jueves, 10 de enero de 2008

Rastros

Siguiendo rastros...
¿dónde vas por las mismas aceras?
¿los dos estamos equivocados?
Siempre las mismas aceras
de las mismas calles,
de distintas ciudades.
Quizá no estemos equivocados.
Acaso no avances por las aceras.
Quizás camines por campos yertos
que busques el agua cristalina
que sacie tu inmensa sed.
Son muchos días.
Son muchas noches.
Como un autómata
has ido de un sitio a otro
y no has encontrado nunca
el arroyo de aguas cristalinas.
Tan sólo tú recuerdas
que no han florecido tus anhelos
en tu inmenso desierto.
Tan sólo tú recuerdas
que siempre tienes frío,
que tu pecho ha estado oscuro
y duermes en las sombras,
y te despiertas acompañado
y miras en tu alma,
pero no te contesta nadie.

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