domingo, 19 de octubre de 2008

Lazos



Me confundo con los lazos,
me aturulla tanto color y
nunca sé cual toca ponerme.

Ayer visité a una amiga "unipectoral":
no me pareció prudente ponerme un lazo,
y dejé que sus lágrimas
recorrieran sus mejillas
para dar paso a una sonrisa
imaginando el nuevo
tamaño que iba a conseguir.

Enterré a varios amigos
teñidos de rojo ignorante,
los vicios les pasaron factura.
Aunque recuerdo el año pasado
cuando alguno sacó sus plumas a pasear:
"brindo hasta la cirrosis por la vacuna del sida"

El negro los gasto en ocasiones,
los medios de comunicación nos alertan
de esos asesinatos sin sentido.
No nos los ponemos para los muertos de las guerras,
esos... esos se quedan en estadísticas.

Descubrí que tenía que haber ido
de morado, pero eso lo averigué
tarde, cuando los recuerdos
solo los tenía yo.

Un día al año nos vestimos de azul,
los niños dibujan sus palomas,
y solemos salir a cantar.
La pena es que se les olvida pronto
las bonitas frases que lanzamos al aire
y que en su bendita inocencia,
(porque alguno queda aún)
creen que llegan a su destino.

Me faltan verdes quirúrgicos
y amarillos desaparecidos,
algún día me recordará alguien
que desde mi solapa se arregla el mundo.

De momento sigo con camiseta
y sin ojal donde colgarlos...