sábado, 19 de enero de 2008

Duplicados


Ratitos intensos


Ahora acabo de encender un cigarrillo, al tiempo que enciendo mi imaginación. Al mismo tiempo que me enfrento a la vida. Se entremezclan entre los deseos y las realidades. Se diluyen en mi retina la boca desdentada que me mira, y esos ojos que me besan. Una lágrima muere en mis labios. Salada. Dura. Dulce.

Hoy se coló un pajarillo por la ventana de la cocina. Revoloteaba pegado al cristal intentando salir. Sus alas no volaban. Sus patitas no le ayudaban. Una mano amiga le ha abierto la ventana.

Ojalá se pudiera dejar volar así de fácil a todos los pajarillos atrapados en esta vida.

No hay nada en este mundo como encender la imaginación después de un cigarrillo y pasar a un punto y aparte.



Antonio.

Aguantas encogidito aferrándote a la vida.
con llagas que duelen mirarlas
y gritando tu vida ya incoherente.

Te ha vuelto la mirada inocente
del que tiene todo por descubrir.
Ya no me duele que no me reconozcas
(te oigo llamarme cuando duermes).
Quizás ahí vuelvas a ser tú.

Te abrazo y revivo.
Te miro y sufro.
Nos queda poco tiempo.
Aprovechémoslo.
Siguen las miradas cómplices
en esos ojos que ya no ven,
(los tuyos enfermos y los mios llorosos.)

No quiero que te vayas, pero deberías descansar.

Déjame que vuelva a acariciar ese pelo canoso.
Déjame que corte tus uñas que te arañan.
Déjame alimentarte con batidos y sacie esa sed que no tienes.
Déjame que hidrate el papel de fumar que envuelven tus huesos.
Déjame quedarme un ratito contigo.
Y luego te vas....




Afrontando realidades. (17-01-2007)

Por fin la nube se deshizo. Pasaste dejando huella. Una huella muy profunda.
Llegaste al corazón de muchas personas. Hoy un ex-alumno tuyo escuchó por casualidad tu nombre en un bar, y se acercó a preguntar, dijo que eras un ser entrañable. Cuando escuchó que te habías muerto, se deshizo en lágrimas. Hacía 14 años que no te veía.
Te fuiste por fin encogidito, y ya descansas tranquilo.
Ahora nos queda el duelo. Nunca se está preparado para esto.
Demasiados años de sufrimiento sin necesidad, demasiados esfuerzos para mantener el cuerpo vivo, total, para morir con los ojos abiertos.
Al menos te tuvimos un tiempo, te dejaste hacer.
Me hiciste caso y te fuiste a descansar. El pajarillo por fin salió por la ventana.
Con las rodillas encogidas, diste tu último suspiro y te quedaste quietecito. Dice tu mujer que ya no puedes cerrar la boca. He sido incapaz de verte. No quiero recordarte así.Siempre te tendré con aquella sonrisilla que me dedicabas a mí, o con la cara de complicidad cuando las cosas se torcían.
Gracias por irte.
Gracias por haberte conocido.
Gracias por ser quien eras.
Gracias Papá, porque algo me dijo ayer que me volviera casa.
Llegué a las ocho. Te esperaste a que aparcara.
Gracias por haber existido y haber podido disfrutar de ti.
No volverán tus comentarios, no escucharé más tus lecturas, ni tu las mías, pero hace tanto que no sé si escuchabas, que las tuyas, las tengo grabadas dentro de mí.
Me dejas llorando, y me dejas tranquila. Perdóname por desear tu marcha, pero te merecías descansar.
Mi padre, mi poeta, mi admirado, mi cómplice, mi entendedor, mi apoyo, mi vida…
Siempre estuviste en mi corazón, hoy lo ocupas todo, y seguirás viviendo en un rinconcito.
No desaparecerás, porque en mi memoria seguirás vivo por siempre.

Te quiero. Te dejo entre tus rosas preferidas.

No hay comentarios: