domingo, 16 de marzo de 2008

Blanco


Y yo me debato entre estas cuatro paredes,

trazando líneas inconexas a toda lógica,

desparramando, gota a gota,

tanto amor que tengo dentro.

Y preguntándome, a dónde van las palabras,

a dónde van los sentimientos.

Y se ahoga en tu sangre,

ese beso que enciende mi cuerpo.

Se deshace tu carne en deseo.

Y te acercas mirando como quien mira la nada,

mi pecho sobre tu pecho,

tu boca sobre mi sexo,

tu vida sobre el silencio.

Sonreías.


La felicidad se manchó de blanco.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres increible.

un beso.

Divagando dijo...

ya sabes que la felicidad siempre estuvo manchada de semen.. besitos.

Isa Pe dijo...

Me ha vuelto a encantar leerlo.

Divagando dijo...

Un beso isa, gracias guapisima.