lunes, 21 de enero de 2008

BESO

Toco el borde de tu boca
con la yema de los dedos
y se abre en amplia sonrisa,
diciendo sólo un deseo.

Tu boca apenas sonríe,
tus ojos son como un cielo:
miran cada vez más cerca.
Nos miramos un momento.
Nuestros ojos se hacen grandes.
Respiramos nuestro anhelo.
Nuestras bocas entrechocan
luchando en un feliz duelo.
Nuestras lenguas en los dientes
juegan en grave silencio,
y los suspiros se escapan
en nuestro cálido aliento.

Entonces mi mano ansiosa
acaricia tu cabello.
Nuestras bocas están llenas
de rápidos movimientos
y el dolor es agridulce
con sabor a frutos tiernos
y contra mí, tu temblor,
como un aleteo siento.

"Toco un punto de tu piel
con la calidez de mi aliento
y con ese sueño alimento
mi realidad que es pura hiel.
Mi temblor es la antesala
de una dulce rendición
a la que me entrego sin condición
porque el sueño tomó alas."

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