sábado, 17 de enero de 2009

Hace un año tal día como hoy, moría un poco. Una parte de mi descansaba, otra lloraba desconsolada. No pienses que estoy obsesionada, sólo es que te echo de menos.



No he ido, pero ¿sirve de algo?. He vuelto a soñar contigo. Teníamos una de esas charlas pausadas, íntimas, y me preguntabas cómo iba todo. Sonreías. No me hace falta mucho más.Y la Naturaleza, tan sabia ella, sigue su curso a pesar de las ausencias.

7 comentarios:

Dekamara dijo...

¡Hola encanto!Siempre he sentido envidia de esa relación tan potente que hubo entre vosotros. Yo echo de menos esa charla intima que nunca tuve, aunque sea en sueño.
Espero y deseo que algún día María sea como tú. Un besazo.

Divagando dijo...

Te agradezco tus palabras, pero tiene que ser ella, y con un padre como tú, seguro que se convierte en una mujer "de bandera". Espero que sienta en ti todo el apoyo que yo recibí del mio: sin avasallar intimidades y siempre desde el respeto. Besazos mi querido amigo.

Candela dijo...

No se ue decir. Has conseguido que se me salten las lagriams, porque yo nunca podre hablar asi de alguen que me dio la vida...

Soy ficción dijo...

Todo pasa y todo queda, es la sabiduria de la naturaleza como bien dices.

:)

Candela dijo...

Guapa, te he dejado un dsafio en mi blog, si quieres aceptarlo...

Hugo Izarra dijo...

Mal que nos pese, la vida es sólo tiempo.

Divagando dijo...

Candela, un beso guapa (me guardo la colleja).

nausicaa, preparate que te va un reto

Hugo, qué sorpresa verte de nuevo, asi es... tiempo. Habrá que aprovecharlo. Un abrazo.